28 años, una sola vida y un punto de giro que cambia el escenario en el que se desarrolla cada historia: Barcelona.
Ocho meses después de aterrizar en la ciudad de Gaudí, esa que es una mujer inquieta que seduce a miles de turistas, siento cabeza y frente a la urbe, en los Búnkers del Carmel, reflexiono sobre mi existencia.
Un poco cliché… ¡lo sé! Pero qué más da sacar un rato para contestar algo aparentemente básico: ¿cómo soy? ¿Qué tengo para dar? ¿Cuáles son mis debilidades y fortalezas? Ya se imaginarán el ejercicio: escribir, borrar, volver a escribir y así, porque desde la Universidad conozco muy bien eso del síndrome de la hoja en blanco.
Una vez cogí impulso y di respuesta a estos cuestionamientos, entendí que estaba de cara al punto de partida de la construcción de mi marca personal. Esa que se ve acechada cada vez que trinamos, subimos una foto o hacemos algún tipo de acción en una red social, porque aunque no crean, la actividad que realizan en sus medios tiene repercusión en ella. Más hoy, donde el teléfono móvil es una extensión de la mano y desde amigos hasta reclutadores tienen información exacta de personalidad, gustos y hobbies en tiempo real.
Y es que apenas se tiene la base, lo siguiente es analizar hacia dónde vamos, es decir, cuáles son nuestros objetivos.
Todos podemos perseguir algo distinto: notoriedad, reconocimiento, diferenciarnos de los demás o desarrollarnos como especialistas en un campo especial. No importa de qué se trate, es vital conocer las tendencias que mueven nuestro segmento y entender sus necesidades para crear contenidos únicos y que respondan a lo que esa futura masa de fans espera.
¡Eso sí! El hecho no es escribir por escribir, sino tomarse el tiempo para organizar y planificar de qué se quiere hablar, porque como en todo proyecto, debe existir un calendario en el que se detallen temáticas, canales, difusión y frecuencia.
Una planeación semanal, o quincenal para empezar, determinará la consistencia de nuestros canales, permitirá tener un panorama general de la estrategia y dará un hilo conductor a las publicaciones.
Por último, ¡no pierdan su esencia! Sean leales en cada imagen y cada letra a su criterio y sus ideas, de esta manera estarán logrando que sus usuarios tengan una percepción clara y transparente acerca de ustedes.
Por Maria Cecilia Boisson
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